Una vez completada la producción de una maqueta arquitectónica, es importante tomar ciertas precauciones para preservar la maqueta durante muchos años. Después de asegurarse de que no se necesite ningún otro trabajo en la maqueta arquitectónica y de que esta haya sido limpiada, la maqueta se coloca dentro de una cúpula de vidrio. Esta cúpula evita que el polvo se deposite sobre la maqueta y la protege de interferencias no deseadas desde el exterior. Al elegir la cúpula de vidrio para rodear la maqueta, es importante seleccionar una que no sea fácilmente rompible y, si se rompe, no se fragmente en pedazos pequeños.
